martirio san frustuoso tarraco gerome

La última plegaria (1863), óleo sobre lienzo de Jean-Léon Gérôme (1824-1904), Walters Art Museum, Baltimore. Imagen icónica del martirio de los primeros cristianos durante las persecuciones ordenadas por los emperadores romanos, describe dos tipos de ejecución: mientras que un grupo es entregado a las fieras, otros son quemados vivos, destino este último que le aguardó a san Fructuoso. Fuente: Wikimedia Commons.

En el marco de esta persecución, se debe ubicar el martirio del obispo de Tarraco, Fructuoso, junto a sus diáconos Augurio y Eulogio. Los tres clérigos fueron condenados a la damnatio ad vivicomburium[1] en el anfiteatro de Tarragona el 21 de enero del año 259. Todo el proceso se narra en la Passio Fructuosi. Este documento constituye el testimonio martirial más antiguo de la península ibérica y es anónimo. En él, parece distinguirse una narración primitiva fruto, seguramente, del testimonio ocular de algún miembro o miembros de la comunidad cristiana, la consulta del acta proconsularis que se guardaba en el archivo de la provincia y la misma acta martyrum. Se plantea que, en un momento posterior, esta protonarración se viera alimentada y finalmente compuesta –como nos ha llegado a nosotros– por una persona culta, tal vez un clérigo, que revestiría de contenido teológico y de hechos sobrenaturales la significación del martirio. El documento así concluido se podría fechar en la segunda mitad del siglo IV, aunque el núcleo primigenio de la narración en la que se expone la detención juicio y ejecución debe ser contemporánea a los hechos.

El célebre hagiógrafo italiano Franchi De’Cavalieri opina que el texto original fue redactado por un militar que podría haber presenciado los hechos (Cf. Franchi De’Cavalieri 1935). Esta tesis se sustenta en el uso de un lenguaje militar especifico y una narración extremadamente detallada de ciertos momentos del proceso. Así, la Passio empieza narrando la detención del obispo y los diáconos. Esta detención es efectuada por el cuerpo de beneficiarios.[2]  El documento no solo da este dato, sino que proporciona el nombre de los efectivos: “Reposito Fructuoso in cubiculo, direxerunt se beneficiarii in domo eiusdem, id est Aurelius, Festucius, Aelius, Pollentius, Donatus et Maximus”[3] (Passio Fructuosi, 1). También se proporciona la fecha de la detención: “Aemiliano et Basso consolibus, XVII kalendas Februarias, die dominica”[4] (Passio Fructuosi, 1).[5] Es significativo el conocimiento que el redactor tiene de cada uno de los nombres de los beneficiarios. Además, no se limita a anotar que la detención es efectuada por militares (como ocurre en otras actas martiriales) sino que especifica la unidad en cuestión.

También llama la atención la naturalidad y cotidianidad de la conversación que tiene lugar después de la llegada de los beneficiarios. “Cui milites dicerunt: -Veni, praeses te arcessit cum diaconibus tuis-. Quibus Fructuosus dixit: -Eamus; aut, si vultis, calcio me-. Cui milites dixerunt: -Calcia te ad animum tuum-“ [6]  (Passio Fructuosi, 1). Esta observación es señalada por Franchi De’Cavalieri que opina que solo puede explicarse si el redactor fue un testimonio ocular. Este autor, también llega a apuntar, aunque a modo de hipótesis, que podría tratarse de uno de los beneficiarios (Cf. Franchi De’Cavalieri 1935, 134). Para el profesor Genaro Luongo, la observación de Franchi De’Cavalieri no es suficiente para determinar que el autor estuviese presente en el arresto. Sin embargo, sí que acepta la hipótesis de que obtuviese el testimonio de alguno o varios de los beneficiarios. Según Luongo, estos militares podrían haberse convertido al cristianismo (Luongo 2008, 280).

Después de pasar seis días encarcelado, el obispo con sus diáconos fue llamado a juicio. Este proceso lo llevó a cabo Emiliano, identificado como “praeses(Passio Fructuosi, 2).[7] El juicio se desarrolló fundamentalmente con el mismo esquema que se da en otros documentos del mismo periodo: se interroga a los acusados, se les da explícita o implícitamente la posibilidad de abjurar y en base a esta respuesta, se dicta una sentencia u otra. En este caso Fructuoso, Augurio y Eulogio, no apostataron y fueron condenados a ser quemados vivos.

El martirio de san Frustuoso

La ejecución tuvo lugar el 21 de enero en el anfiteatro de Tarraco, el mismo día en que el que se celebró el juicio.[8] La Passio Fructuosi narra cómo antes de que Fructuoso se dirigiese al patíbulo un soldado se acercó al obispo para rogarle que rezase por él. El documento lo narra en los siguientes términos: “Qui cum se disclaciasset, accessit ad eum conmilito frater noster nomine Felix adpraehenditque dexteram eius, […]”[9] (Passio Fructuosi, 3).

Franchi De’Cavalieri ve en este fragmento una clara referencia al oficio militar del redactor pues conmilito significa compañero de armas.  Este se molesta en hacer notar la relación de ambos en tanto que militares y cristianos. Franchi De’Cavalieri también aprecia en el tipo de saludo de Félix un recurso del redactor para subrayar la camaradería militar (Cf. Franchi De’Cavalieri 1935, 150). Contrariamente, el dilatado análisis que desarrolla Luongo sobre este fragmento le lleva a concluir que el término “conmilito” podría haber sido usado de un modo metafórico en tanto que correligionario (Luongo 2008, 263).

En los instantes previos al martirio y ya con los mártires situados en una de las entradas a la arena del anfiteatro, se narra: “Igitur in fore amphitheatri constitutus, prope iam cum ingrederetur ad coronam inmarcescibilem potius quam ad poenam, observantibus licet ex officio beneficiariis, quorum nomina supra memoravimus […]”[10] (Passio Fructuosi, 4). Este fragmento constituye la última referencia castrense del texto. Ni Franchi De’Cavalieri ni Luongo ven en esta última cita un argumento en pos de sus respectivas tesis. Sin embargo, se apunta que la descripción que se hace sobre el oficio de los beneficiarios, ha servido a la historiografía militar para subrayar las funciones policiales de esta unidad (Luongo 2008, 263). Hay también que mencionar que los efectivos que efectúan la detención el 16 de enero son, según las actas, los mismos que acompañan a los mártires hasta la pira el día 21 del mismo mes.

Debemos incidir en la presencia nada excepcional de cristianos en el ejército en el contexto histórico de la Passio Fructuosi de acuerdo con lo que nos aportan las fuentes. Por citar un ejemplo, el propio Tertuliano (c. 160-c. 220), apologeta cristiano, da cuenta positiva de la presencia de cristianos en la milicia, aunque en otros escritos declara que el cristiano debe mantener una postura insumisa delante del ejército. Por lo tanto, la presencia de cristianos en la milicia no es un hecho extraordinario y llama la atención que el doble apelativo conmilito y frater combinados hagan sugerir una diferenciación en el trato: en el primer caso la relación profesional del narrador con Félix y la segunda el vínculo de fe común de los dos en el contexto de la fraternitas cristiana (Muñoz 2013, 63).

Notas

[1] Pena capital que comporta ser quemados vivos.

[2] Se trataban de beneficiarii praefecti pretoriarum. Eran efectivos que bien podían pertenecer a la tropa pero que se diferenciaban del soldado raso en tanto que gozaban de ciertas exenciones y tenían asignadas funciones concretas (Menéndez 2011, 75). Tenían amplios conocimientos administrativos y de gestión (Menéndez 2011, 76) y como nos muestra la Passio Fructuosi, también desarrollaban labores policiales.

[3] “Fructuoso reposaba en su cámara cuando los soldados beneficiarios Aurelio, Festucio, Elio, Polencio, Donato y Máximo se presentaron en su casa” (Passio Fructuosi, 1).

[4] “16 de enero durante el consulado de Emiliano y Basso” (Passio Fructuosi, 1).

[5] El único año de este periodo en el que el 16 de enero cae en domingo es el 259.

[6] “Los soldados dijeron: -Ven, el gobernador te reclama con tus diáconos-. Fructuoso les respondió: -Vamos, pero permitidme que me calce-. Los soldados les respondieron: -Cálzate si así te place- “(Passio Fructuosi, 1)

[7] El término “praeses” es como se empezó a designar en el Bajo Imperio al legatus pro praetore. En este caso y más concretamente Aemilianus sería el nombre del legatus Augustorum pro praetore Hispaniae Citeriore (Luongo 2008, 264).

[8] Se desconoce el lugar exacto de la ciudad en el que tuvieron lugar el juicio y encarcelamiento. Podría haberse llevado el juicio en las dependencias jurídicas del Foro Provincial o in secretario, en la misma residencia del gobernador.

[9] “Ya descalzo se le acercó un compañero de armas y hermano nuestro que se llamaba Félix, apretándole la mano derecha, […]” (Passio Fructuosi, 3)

[10] “Así, ante la puerta de la arena del anfiteatro, a punto de dirigirse hacia la corona inmarcesible más que al suplicio, en presencia de los soldados beneficiarios, cuyos nombres hemos citado anteriormente, que vigilaban, aunque solo fuese por razón de su cargo, […]” (Passio Fructuosi, 4)

Bibliografía

  • Franchi De’Cavalieri, P., 1935 (reimp. 1981): «Gli Atti di S. Fruttuoso di Tarragona», en Franchi De’Cavalieri, P., Note Agiografiche, fasc. 8 (Studi e Testi 65), Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostólica Vaticana, 129-199.
  • Luongo, G., 2008: «La Passio Fructuosi. Un aproccio storico-letterario», en Gavaldà, J. M. et al. (eds.), 2010: Pau, Fructuós i el cristianisme primitiu a Tarragona (segles I-VIII). Actes del congrés de Tarragona (19-21 de juny de 2008). Tarragona, Líber – INSAF, 255-280.
  • Menéndez Argüín, A. R., 2011: El ejército romano en campaña. De Septimio Severo a Diocleciano (193-305 d.C.). Sevilla, Universidad de Sevilla.
  • Muñoz Melgar, A., Sant Fructuós de Tarragona. Aspectes històrics i arqueològics del seu culte, des de l’antiguitat a l’actualitat, Universitat Rovira i Virgili, Tarragona 2013 [http://www.tdx.cat/handle/10803/127105].
  • Ruiz Bueno, D., 1987: Actas de los Mártires. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos.
  • Sotomayor, M. y Fernández, J. (eds.), 2003: Historia del cristianismo. El mundo antiguo, vol. I., Madrid: Editorial Trotta – Universidad de Granada.

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